miércoles, 12 de agosto de 2015

Esto va de hijos

Hace unos días y después de cuatro años de amistad cibernética conseguimos quedar cuatro amigas, nos conocimos en facebook y por fin podíamos vernos las caras. Bueno, tengo que puntualizar que la novedad era una de las cuatro, con las otras dos ya había quedado anteriormente, pero sí que era la primera vez que estábamos las cuatro juntas.

Fue un día estupendo, cuando la persona que conoces por internet se muestra en este mundo virtual igual que como se comporta en su vida diaria, pasan estas cosas, que sientes que has tomado café con ella el día anterior, que realmente es tu amiga, es real, a pesar de que hasta ahora ha habido una pantalla de por medio y la seguirá habiendo, desgraciadamente, ya que no sabes cuando te volverás a ver cara a cara, y los lazos, que ya eran grandes, terminan de encajar del todo, es una experiencia que llena mucho, vas con los nervios de "¿les caeré bien?", "¿Estaremos igual de cómodas en persona que hablando durante horas por escrito?", "¿Me caerá igual de bien a mi?" "¿Conectaremos?" Bueno... todas esas cosas que te pasan por la mente, fruto del nerviosismo, de la inseguridad en uno mismo, de no ser suficiente... esas cosillas que a todos nos pasa.

Tenía que coger el coche para ir, y como la orientación no es lo mio, y aún no podemos descargarnos los mapas en el cerebro como hacen en Matrix para aprender las cosas, púes me pongo el gps del móvil, todo va bien mientras las carreteras no se juntan en mil, voy oyendo como dice:
"Siga la carretera durante cinco kilomiters" (y cinco con voz diferente y como mas aguda, los niños se parten y repiten como loritos)
"Manténgase a la izquierda para salir de la carretera (X)"
"Manténgase a la izquierda para tomar la salida"
"Ahora, manténgase de la izquierda" (Es lo que tiene que pone artículos donde no corresponde)

Os aseguro que yo me mantuve a la izquierda, aunque ya me daba cuenta que la voz y la imagen del móvil no correspondían... ¿a cuál de los dos hago caso?. Como estoy a la izquierda y los coches por los otros carriles van bastante mas rápido y no soy de hacer pirulas en las autopistas, me quedo a la izquierda... Craso error... Ya me he perdido, menos mal que llevaba los datos activados y me recalculó la ruta, porque si no, seguro que acabo en Francia y ni me entero. En total me perdí tres veces... No esta mal llevando el gps, podría haber sido peor... Os aseguro que cuando me pierdo por tercera vez, por culpa de que el gps me decía que fuera, de nuevo, a la izquierda, pero eso era imposible, mi carril era de 60 kilómetros hora y el otro carril iban como a dos cientos, no me podía meter ni queriendo, me faltó un pelo para para el coche en la siguiente salida y ponerme a llorar para luego poder continuar sin los nervios de "termino en los Pirineos, termino en los Pirineos".

Dejando atrás mi inutilidad para la orientación, aunque conduzco de p.madre, que conste, lo cortés no quita la valiente, llego al sitio de encuentro y... Como os digo fue estupendo, como estar todos los días juntas, las mismas bromas, la misma familiaridad, el mismo cariño, las mismas risas, una pasada, los que lo hayais vivido lo sabéis y los que no, algún día lo vivireis en carne propia, es inevitable, cada vez nos conocemos más por la tecnología y al igual que no te puedes o si te puedes fiar de una persona que conoces en el instituto, en la puerta del cole de tus hijos, en un bar o en el trabajo, tienes las mismas garantías en internet, unas veces saldrá bien y otras no, hij@s de p. los hay en todas partes. Que me voy de tema...

Nos fuimos a una cafetería a tomar un cafelito para despejarnos, los niños un batido de chocolate junto con una de nosotras, dos cafelitos y un zumo de naranja (que al ir a pagar flipamos... dos euros y medio por el zumo de naranja, ni que hubiera tenido que ir a buscarlas a Valencia... y encima lo puso caliente... que para los calorets de este verano, le sentó a mi amiga de perlas...). Los niños son niños y se comportan como tal, y no nos podemos quejar, teniendo que aguantar a sus madres hablando y riendo como gallinas cluecas, pero hubo un momento en el que mi pequeño se portó un poquito peor de lo que correspondía, así que lo llamé que viniera a mi lado, se levanta despacio, me mira con cara de "yo no he roto un plato en mi vida" y me suelta:
-¿Me vas a dar un golpe?

¿¿¡¡COMO??!! Me quedé de piedra, les chillo a mis hijos, e incluso les "amenazo" ("Como no vengas a la de tres te vas a enterar" "como no te portes bien te doy"... bla bla bla... no se lo creen ni ellos, porque a pesar de lo bocas que soy, se me va la fuerza por ahí, luego nunca les pongo la mano encima, pero claro... el niño sabía que me dejaría cortada, todas se rieron de la situación, menos mal que me conocen y que luego el hijo de mi amiga también hizo algo parecido.

La madre le llama la atención, y le hace una pregunta y el niño ni corto ni perezoso:
-Ay no se mami, es que estoy borracho

¡Tócate los pies! Nos estuvimos riendo un buen rato de como nos estaban dejando los niños, en breve los de las mesas de alrededor iban a llamar a asuntos sociales. Obviamente mi amiga tampoco da alcohol a su hijo, no vayáis a pensar.

La próxima mejor los dejamos en casa, que nos meten en unos apuros y nos sacan los colores.


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