viernes, 19 de septiembre de 2014

Papel de burbujas y dos guardaespaldas por favor, razon: aqui

Este año por primera vez nos hemos ido de camping, necesitábamos salir de casa unos días, tener contacto con la naturaleza (en mi caso con la piscina, donde tenía pensado meterme, cual bolsita de té, en remojo y no salir hasta el último día), árboles, flores, bichos varios del tamaño de boings 747... Lo que son unos días de relax para no pensar en nada, ni hacer nada...

¡JA!

Lo de no hacer nada para los niños es válido, pero para los padres... El bungalow alquilado está equipado con cosas necesarias e imprescindibles, pero en número limitado; seis platos llanos, seis platos hondos, seis platos chicos, seis vasos, seis tazas, seis tenedores, seis cucharas, seis cuchillos, seis cucharillas. Como veis el numero que impera es el seis, pues bien somos cuatro, así que nos da para comer una vez y media sin tener que fregar... así que en realidad da para una, porque no van a comer los niños y nosotros nos lo vamos a mirar, que eso no alimenta. Tienes que fregar platos más que en casa, que tengo tres vajillas enteras y además lavavajillas, no he nacido princesa, ni rica, pero me va mucho la comodidad en la cocina y ya que no me libro de meter las manos dentro de la parte profunda de la taza del vater si lo quiero ver limpio, que menos que una máquina friegue los platos por mi. Y los platos va que te tira, que se usan o para comer o para cenar, pero los vasos... los vasos es harina de otro costal... mis hijos beben como si les fuera la vida en ello, es verano, hace calor, no les culpo, que si quiero batido, que si ahora quiero zumo, que si ahora un vaso de leche, que si ahora agua... es fregar un vaso tras otro, un vaso tras otro, un vaso tras otro... en un bucle infinito de vasos y fregadero... Al segundo día ya me había agenciado con una ristra de vasos de plástico de usar y tirar, (en realidad, aunque no lo parezca le hago un favor al medio ambiente, se que es plástico, pero, ¿y todo el agua que he ahorrado, que no se ha ido por el desagüe llena de producto químico?).

Sabíamos que habría lo indispensable pero la comida corre por nuestra cuenta, desde casa hicimos bolsas y bolsas y bolsas y más bolsas llenas de comida, desde cereales, magdalenas, croasanes, galletas, (normales, con chocolate), para el desayuno, no fuera que nuestros niños quisieran algo y no nos lo hubieramos llevado, doce litros de leche, cinco garrafas de ocho litros de agua cada una, pack de coca colas, espaguetis, macarrones, arroz, chocolate, nocilla, pan bimbo, queso, jamon york, verduras varias, lechugas, judias, berengenas, pimientos, nata y especias para condimentar, aceite, azucar y nesquik, una nevera con cosas congeladas como nuggets, croquetas, calamares, san jacobos y un largo etcetera... En el maletero no cabían las dos únicas maletas que había preparado con ropa, una con toallas para todo, piscina, manos, ducha... y sabanas para las cuatro camas y otra con algo de ropa, que las pobres tuvieron que ir a los pies de mis hijos, por esa falta de espacio, ocupado por cantidades ingentes de comida, más que irnos de camping parece que nos preparábamos por si por la carretera nos pasaba como en el primer capítulo de The Walking Dead, podríamos alimentarnos durante un año, nosotros y todos los coches supervivientes de alrededor.

El bungalow tenía barbacoa... ¿pa que queremos más? toda la comida que no era carne o pan redondo, no se comió, y cuando se acabó la carne fuimos a comprar más... nota mental para el año que viene: sólo llevar carne al camping. El maletero del coche volvió prácticamente igual de lleno que cuando fuimos. Y las maletas con la ropa tres cuartos... siete días con el bañador puesto y como mucho unos pantaloncitos y una camiseta, el resto limpio. Nota para el próximo año: llevar bañadores, nada más, pero más calzado.

Pero esto son pequeñas tonterías que sufrimos todos cuando vamos de novatos a cualquier sitio, algunos aprenden, otros no, espero ser del primer grupo. Lo realmente escalofriante del camping, lo que no te deja pasar el relax que tú soñabas, pretendías y aspirabas son: ¡tus hijos!

Pero no porque se porten mal, que vaaaaaaa, están encantados de la vida, pero dejas de verlos desde el minuto 1. Ahora, lo de ser madre gallina con sus pollitos, o madre koala, lo que viene siendo la madre sufridora y sobreprotectora de toda la vida, ya no esta de moda, así que muchas madres lo sufrimos en silencio, porque si por mi fuera, yo metería a mis hijos entre plástico de burbujas y les pondría dos guardaespaldas a cada uno, les inyectaría un localizador bajo la piel o me los cosería directamente al brazo. Pero eso ya no está bien visto, y no lo recomiendan, dicen que no les deja madurar, ni crecer. Así que lo sufres en silencio como las hemorroides, haces de tripas corazón, páncreas, hígado, riñones y estómago y te resignas a no saber de ellos en siete días.

En este caso al menos me queda el alivio de ver que todos los padres están en la misma situación, disimulando el cercano ataque al corazón que vamos a sufrir, pero sonriendonos unos a otros para tranquilizarnos, y nos gritamos
"Vecinaaaaa, ¿están juntos nuestros hijos?
Siiiiii, se han ido a la piscinaaaa
Aahhhh! vale, vale, a ver si vuelven a tiempo para comeeeeeeeerrr
Si, si, que parece que nunca tienen hambreeeee"
Y nuestras miradas son de resignación y de, si tu lo aguantas yo también, pero en realidad queremos salir corriendo a ver si están en la piscina y vivos.
"Que digo que voy a tirar la basuraaaa
Voy contigoooo"
La bolsa de la basura está casi por estrenar, pero con la excusa de la calor y que eso es muy pequeño y enseguida huele, la tiras cada cinco minutos.

Los niños ajenos a todo el sufrimiento parental, se lo pasan en grande, van a la piscina, van en bici, corren, hacen amigos, suben, bajan, se van a los columpios, vienen a comer porque se han dado cuenta de que es necesario y vuelven sólo para dormir.

Bendito camping, que relajada he vuelto, el año que viene repito.


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