miércoles, 20 de agosto de 2014

Tarde de cine o porqué he dejado de fumar

Hoy, después de sopesar la economía que nos queda para llegar a fin de mes, hemos decidido ir al cine, nos encanta el cine, a los cuatro de casa, si pudiera iría mínimo, un par de veces por semana, me gusta la pantalla grande, el sonido atronador, las luces apagadas, los butacones, y como no, las palomitas, porque, que es un cine sin una caja (ya no son bolsas desde hace siglos, si aun piensas en "bolsa de palomitas" quizá deberías volver a ir, porque tu última película en pantalla grande, debe haber sido... Mogambo... que, aunque muy buena, no es demasiado actual), de palomitas con su coca-cola (¿esto es hacer publicidad?... bueno... refresco de turno...). Hemos ido hoy porque las entradas están más baratas, cuatro euros con cincuenta, ahí es nada, que los cuatro ya son dieciocho euracos, más las palomitas (en lo demás he hecho trampa... shhh... me he metido en el bolso, fresquito de la nevera, una botella de agua y una de coca-cola... me siento toda una delincuente, llamadme tonta, pero me cuesta hacer estas cosas, me siento.... pues eso, como una delincuente, como una vez que al salir del super empezó a pitar la puerta y yo en lugar de quedarme tan tranquila, solté las bolsas y levante los brazos, mi marido se quería morir, casi hace como que no me conoce... obviamente yo no había robado nada y acababa de pagar la compra, pero yo me sentí como si a la salida me esperara un semicírculo de policías con las armas preparadas, no había hecho nada, pero te sientes como tal, o como cuando vas conduciendo, siguiendo las señales, sin pasarte ni un kilómetro hora de lo que marcan, con el cinturón puesto, sin llevar el móvil, pero es pasar por uno de los puestos de carretera en los que paran a los coches y te sube un no se qué, que qué se yo, por el estómago, que creo qué me van a parar y me meterán una multa de esas que te dejan sin sentido y me van a dejar sin puntos en el carnet, y eso es terrible, soy de las que busca linea directa, que tengo los quince intactos... púes así estaba en la entrada del cine...).

Hemos llegado pronto, la última vez que fuimos y estaban a ese precio las entradas, nos tuvimos que ir de la cola que había, no llegábamos a la sesión ni que nos coláramos. Hemos tenido 20 minutos de tranquilidad, nos hemos hecho la ilusión de que estaríamos solos toda la sesión, (que dicho sea de paso, no sería la primera vez, aunque claro, pagando 9 euros por cabeza... Como dice Aitor Zarate, gran economista, si hay dos colas y en una no hay nadie pero te cuesta dos euros y la otra está llena, que da tres vueltas a la manzana pero es gratis, mejor paga los dos euros, el resto del tiempo que perderías en la segunda cola, puedes recuperarlos aprovechando mejor ese tiempo), pero ha llegado todo el mundo a la vez, como en bandada, como... ¿preparados? ¿listos? ¡ya!... incluso los hay que han llegado cuando la película llevaba cinco minutos, poco previsores... y no habrán entendido alguna cosilla que han dicho después... pero esos son de los que van al cine a hablar, que bien podrían ir a tomar un café, les saldría más barato y a mi me dolería menos la úlcera estomacal...

Nos han dado asientos en la penúltima fila, y al principio sólo teníamos detrás a una pareja motera, pero a su lado se han sentado, con los cinco minutos de rigor de retraso, una mujer con un niño, que por si solo no es nada malo, ni fuera de lo común, yo he llevado dos niños... ¡¡¡¡¡Pero los míos están bien educadosssssss!!!!!!! No porque los haya educado yo, que también, si no porque les gusta el cine y van a ver la película. Pero esta mujer quería ir al cine ella, y ha arrastrado al niño, que desde el minuto 6 ha empezado a hablar como si estuviera en el salón de su casa, a saltar por los asientos, a comer con la boca abierta (¿que como lo se? porque ese ruido es imposible de hacer con la boca cerrada), la mujer a sacado una bolsa de plástico (que he pensado... hombre con salir del cine es suficiente, no hace falta que lo ahogue... pero no, era...) para comprobar la compra, que ha sacado el tiquet, no se si vería algo, y luego, con todo el crsh, brsh, rsths... a vuelto a guardar la bolsa, el niño se ha puesto de pie cien veces, la motera ha tenido que coger el casco porque el niño le daba patadas, nos daba patadas a nosotros en el asiento, seguía gritando, (¿que ha pasado?.... pregunta el niñito.... pregunta que si estuviera viendo la película no debería haber formulado, y la madre se lo explica) ni un "shhhh, estate quieto" o un "más bajito" o un "portate bien" que va.... con tol chochazo espanzurrao, que ella estará acostumbrada al ruido de su hijo y lo podrá pasar por alto, pero los demás no... Vamos que me ha dado la película y yo he tenido mis momentos en mi imaginación:

-Señora o educa a su hijo o le educo yo, y no le va a gustar...

-Señora o hace que su hijo se esté quieto o lo ato...

-Señora le juro que parecerá un accidente...

-Señora haga que pare o le cuento lo de los reyes magos, usted decide....

En mi mente tooooodo, no soy tan cruel, pero esos pensamientos me daban ánimos para de verdad, no hacer una locura.

Cuando faltaban solo 15 minutos para acabar, no podéis decir que no haya tenido paciencia, esta vez la he tenido y muchooooo, la duración de la película es de 121 minutos... calculad... Me han dado ganas de levantarme y ponerme directamente delante de la señora y decirla, "me ha dado por saco todo la peli, ahora se va a quedar sin ver el final", pero.... tampoco lo he hecho... mi frustración seguía creciendo dentro de mi y para más inri, hoy es el primer día en el que no me he fumado ni un solo cigarro... ni unooooo, que lo que me ha costado el tratamiento para dejar de fumar, ya esta bien, no me quejo, pero sumadlo todo, niño insoportable + madre chochona + pagar la entrada con economía ajustadiiiiisima + nada de nicotina = ¡¡¡¡¡¡BBBOOOOOMMMMMMM cerebral!!!!!! y en una de esas patadas que ha dado contra el asiento estando de pie y de espaldas a la pantalla, que casi me como la caja de palomitas del de delante, (solo la caja, porque ya no le quedaban palomitas), ya se me han hinchado los cojones y le suelto:
-¡Ya esta bien, hostias! - como veis no he sido demasiado agresiva, al fin y al cabo es un p... perdón, un niño.
La mujer toma contacto con la tierra y parece que se da cuenta de que me he dirigido a ella y a su retoño y le dice:
-Siéntate - y mirándome a mi - Cálmate, ¿eh?
Buufffff..... Bufffff..... Buffff........ (imagen de toro enfurecido)
-¿Calmarme? ¡Me ha dado toda la película, si no sabe comportarse en el cine, no lo traiga, a ver si aprende a controlarlo, mal educada!

Ni me ha contestado, ha seguido mirando la película y el niño ha seguido dando por culo, pero ha perdido el culo en salir de la sala, antes de que salieran los créditos, perdiéndose así, los dos últimos minutos, (total, ya se había perdido los cinco primeros... que mas da...), puede que no quisiera que los moteros les estamparan los cascos en la cabeza, otros que han tenido la paciencia infinita, que los pobres hacían como yo, solo los miraban, que por dentro puede que estuvieran pensando cosas peores que yo, nunca lo sabré, pero cuando la he "regañado" asentían, como dándome apoyo moral.

Nunca entenderé porque somos más educados los que nos comportamos en el cine, frente a los que no saben comportarse y nos dan la película, parece mentira que nos de vergüenza tener que llamarles la atención, cuando tendrían que sentirla ellos... Pero somos así de bobos... Puede que la próxima vez me arme de valor y me ponga de pie delante o simplemente me plantee dejar de fumar un día que no tenga que convivir con otra gente...

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