lunes, 11 de agosto de 2014

S.O.S Me han abducido los extraterrestres

Por motivos que no vienen al caso, hemos tenido que salir de casa escopeteados, de viaje. Preparo la maleta precipitadamente, con esa sensación constante de "seguro que me estoy dejando algo"...

Según avanzamos kilómetro a kilómetro adentrándonos por la carretera, voy viendo como las formas autóctonas del lugar van cambiando... Nada más llegar a la salida de la autopista tengo la primera visión clara de que estoy saliendo de la civilización para adentrarme Dios sabe donde... Nos encontramos con un espécimen que va más perdido que un colibrí en un desierto, y notamos a la legua, que no sabe interpretar los símbolos luminosos que aparece ante él, se ha colocado en la única fila que hay cola y viendo su error pone marcha atrás mientras gira pero sin mirar, y nosotros estamos llegando, maniobra que nos obliga a pitar y a hacer un movimiento brusco con el coche para apartarnos, se nos echa encima... Y yo que soy toda dulzura y buen carácter casi me vierto por la ventanilla, mientras hago gestos con manos y brazos (con los pies no puedo, no me llego, si no también...) y le digo:
-¿Es que no ves o qué? - como supondréis mi tono de voz es armonioso y encantador...
El susodicho cambia su cara de asombro y miedo, tras el pitazo, a uno de indignación, por mis gestos, ¿cómo se me ocurre aludir a su falta de pericia visual, o lo que es peor, al volante? y como macho de la España profunda que es y para no quedar mal delante de la fémina que le acompaña, y haciendo alarde de una elocuencia fuera de lo común, me dice mientras echa los hombros hacia delante, tratando de parecer amenazador:
-¿Qué?
Y yo:
-¿¿¡¡Cómo que qué!!?? ¿Qué si no ves?
Y él otra vez, con exactamente el mismo gesto:
-¿Qué?
Que yo ya no se si es que no sabe decir otra cosa, o hemos quedado presos de una conversación besuguil, y para acabar con ese bucle, que se me antoja infinito y casi fuera completamente de la ventanilla le suelto:
-¡¡¡A mi no te me pongas chulo que te pongo las gafas de lentillas!!!
Un día de estos en uno de mis arrebatos me voy a encontrar con un orangután de dos por dos metros, con brazos como troncos, que me va a poner la cara que pitufina a mi lado no será nadie... Pero en este caso el tío se encoge en el asiento y podemos seguir el trayecto.

Pero si llego a saber que tras esa autopista me esperaba una dimensión desconocida para el ser humano, me hubiera quedado a tomar un café con el de las lentillas.

(Poned en vuestra mente la canción de empiece de "Más allá del límite", por lo de ponernos en situación y dar ambiente)

Entramos por una calle mal iluminada, que al final se intuyen unas luces decorativas, al acercarnos vemos que pone: "Feilces Flestus", eso me da una pista de que a lo mejor con mi castellano fluido no me voy a desenvolver del todo bien...




El cartel da paso a un espacio más o menos llano, (bueno quien dice llano, dice un poco desigual, bueno en realidad es donde confluyen las cuatro únicas calles y han puesto una fuente y unos bancos), donde se han concentrado la mayor parte de los lugareños, que como conejos alumbrados por los faros de los coches, se quedan inmóviles, imposibilitando el avance, van girando las cabezas en nuestra dirección... me siento observada... No sabemos como proseguir, sin arrollar a unos cuantos. Van vestidos con lo que parece ser el uniforme oficial, una camisa rosa con una inscripción "peña la parrilla", sin botones, que la mayoría lleva atada a la cintura, por encima del ombligo, dejando a la vista una ristra de tripas más o menos cerveceras y unos escotes de lo mas sugerentes si no fuera por la cantidad de vello corporal que asoma, todos llevan como complemento un utensilio plástico, lleno de un líquido, que creo que es lo que les motiva y les da una especie de energía giratoria o como poco desequilibradora, (aunque no se si el encorvamiento general es debido al líquido o a la postura corporal impuesta). Nos envuelve un sonido estridente y atronador, que hace que me sangren literalmente los oídos, donde una mujer, que no se muy bien si esta cachonda o agonizando, que dice algo sobre que esta loca, ciega y sordomuda, luego un chico que llora, a ritmo de salsa suave o pop italiano, porque Laura ya no esta, y un tal Paco anda desesperado pidiendo un chocolate, que ya puestos podría pedir también unos churros para acompañar. Deduzco que el artífice de dicho sonido es un espécimen joven, vestido de acuerdo con los estándares estipulados y que luce orgulloso el complemento especial por excelencia, una especie de ovni de color negro enroscado a la cabeza.

Una vez conseguimos aparcar el coche y apearnos, poco a poco, una mole de color rosa, que cualquiera podría confundir con un grupo de zómbies de "the walking dead", nos rodea murmurando, como en la película de Poltergeist:
-Venid a la luuuuzzzz
-Venid con nosotrosssss
-La luz es vuestra amigaaaaa
-La luzzzzz.... La luzzzzzz....
Como polillas alli que vamos, y saludamos integrándonos lo mejor que sabemos, imitando los sonidos cacofónicos que emiten, con un movimiento de cabeza y un golpe en el hombro, que ganas dan de denunciarlos por mal trato al visitante:
-¡EH!
-¡Eh! - contesto.
-¡EH!
-¡Eh! - contesto y me pregunto, que pasaría si dijera ¡Ah!...

Llegados a este punto empiezo a sospechar definitivamente, "nos han abducido los extraterrestres y están haciendo las pruebas de adaptación aquí".

Como comprenderéis esta noche no he dormido demasiado, a las seis de la mañana aún tenía los ojos cual búho de caza, aunque eso también puede ser por un perro que se ha pasado la noche ladrando y aullando como si no hubiera un mañana, y no por cuestiones de sugestión.

Dicen que esta noche vamos a adentrarnos más en el monte para ver una lluvia de estrellas, no se si será verdad o es solo una estrategia para que no vea que vienen más seres a invadirnos, pero por si acaso y con el fin de poder informar a los americanos, que son los que están preparados para estas emergencias y se que me creerán y que siempre solucionan este tipo de sucesos y hasta su presidente se lo toma en serio, me dispongo a infiltrarme esta noche, aun en mi propio riesgo, (no me deis las gracias, soy así de altruista), para investigar.

Si no vuelvo a escribir, ya sabéis... me habrán abducido o convertido... avisad a Obama (a Rajoy no, por favor, que sospecho que es uno de los suyos).




4 comentarios:

  1. Yo llamaría a Rajoy y te lo llevas a Raticulín.

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  2. Juassssss, me encanta, sobre todo cuando vas y dices: ..." y yo que soy toda dulzura y buen carácter..." :)

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